Al realizarse el VIII Simposium Internacional de Docencia Universitaria en la ciudad de Mérida Yucatán México, en el mes de Marzo de 2022, con el patrocinio de la Asociación Iberoamericana de Docencia Universitaria, se configuraron ideas, propuestas, debates y análisis sobre las condiciones en que se han desarrollado los procesos educativos antes, durante y despues de la pandemia ocasionado por el Covid19 particularmenete en España y países de latinoamérica. En este sentido, los docentes perciben la realidad y llevan a la práctica el trabajo pedagógico en las instituciones, mediante el proyecto educativo, el conocimiento profesional, sus creencias, los conceptos, los conocimientos disciplinarios, didácticos y pedagógicos. Se busca transitar hacia el futuro, propiciando el deseo de aprender más que el solo deseo de saber, haciendo de la persona (alumno) un sujeto capaz de pensar por sí solo, que cuestione las certezas y no quedarse en corto para construir un bien común que beneficie a los más posibles.
Una formación para la democracia y la emancipación requiere formar personas que sean capaces de comprender para tomar decisiones y actuar en un mundo cada vez má complejo, Se necesita un desarrollo social, emocional, técnico y científico mayor que el ofrecido en un plano normal actual. Que la persona piense por sí mismo es un rasgo de la democracia, implica por lo tanto, salirse de la certeza dogmática practicada en las aulas a través de una práctica de la didáctica común a una diálectica de convicciones y conocimientos. Es decir, cuestionar la certeza, los prejuicios, las hipótesis y el conflicto cognitivo.
Se busca que las instituciones promuevan aprendizajes profundos con sentido y valor personal, con impacto-beneficio-contribución social. Se considera como aprendizaje profundo aquel donde, el que aprende pase activamente a prácticas socioculturales, que construya saberes, destrezas y construya conocimientos e identidades específicas.
Para lo anterior, se proponen al menos dos alternativas a desarrollar. una que implemente pedagogías disruptivas, democráticas, decoloniales, antirracistas, orientadas hacia la justicia social, comprometidas con un proceso continuo de reflexión y mejora permanente. Por otra parte, hay que distanciarse de las pedagogías de la indiferencia que naturalizan la injusticia y desigualdad, los culaes, son muy practicadas en el seno de las universidades sin percatarse a conciencia de ellas. Las prioridades educativas que se plantean para tal efecto, sin duda, estarán relacionadas en considerar que la finalidad de la escuela no son las disciplinas, sino los problemas, las situaciones y los fenómenos las prioridades a trabajar. Las disciplinas son instrumentos para comprender los problemas y debe trabajarse con los estudiantes los problemas que les afecta en su vida.
El papel del profesor deberá estar más enfatizado en el aprendizaje que en la enseñanza y centrarse en enseñar para comprender, promover el aprendizaje autorregulado de los estudiantes o también llamado logro de autonomía moral e intelectual, una manera práctica es el aprendizaje cooperativo. Con este análisis no se pretende dar recetas pedagógicas, son solo muestras de que otra manera de entender la didáctica, la enseñanza y el aprendizaje son aún posibles en un mundo cambiante ante panoramas imprevistos donde las instituciones educativas, los docentes y los estudiantes se ven involucrados intempestivamente.
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