miércoles, 18 de julio de 2012

LA VIDA BROTA


Sí, efectivamente brota, nace, surge de las entrañas de la madre que nos protege, cuida, cobija en su vientre, y cuando llega el momento en que el nuevo ser vea, palpe, sienta y goce de una manera radical, y repentina este mundo, el de los sufrimientos pero también de los placeres, no hay sensación  más sublime, enternecedora y placentera, que un padre vea nacer a su hijo. Ese ser que proviene de él, es él mismo combinado con la persona que él ha querido que fuera la otra parte, su complemento.
Cuando nació mi primer hijo, aquel que tanto deseamos tener, al que  tanto tiempo, esperamos  su llegada y que al final de la espera, se hizo realidad, sentí que yo era el hombre más feliz sobre la tierra, al fin había cumplido con uno de mis sueños, el de trascender a través de otro ser. Al ver la carita de ese niño, tan tierno, tan inocente, toda pureza, originalidad, principio, dije para mí; la vida es bella, porque bello es su origen; el nacimiento de un ser, pues con él la vida también surge, como brota una flor, como el sol sale todos los días al amanecer.
El tiempo pasó y disfrutaba de mi hijo quizá más, yo a él que él a mí. Atravesar en el papel de padre es una realización plena del hombre, sólo así entenderás a tus padres, los comprenderás, esa búsqueda de saber qué es esa relación de padre a hijo, esa duda se resuelve en el transcurrir de esa misma relación no se puede entender desde fuera, sino sólo en ti y para tí.
Pensé, ya sentí la emoción mas fuerte de mi vida pues ya soy padre, grande fue mi sorpresa cuando al pasar de los años nace mi segundo hijo, una pequeña damita hace acto de presencia en el espacio familiar con ella se consolidan los lazos de unión familiar. Pero lo más sorprendente es que esa sensación de ver a ese nuevo ser en casa, ese goce placentero de ver por primera vez ese rostro pintado de ingenuidad, de ternura, de limpieza, lo vuelvo a percibir en mi cuerpo, dentro de mí, con una fuerza con tal intensidad incomparable que sentía escalofríos de gusto. Nada se parecía a lo que estaba sintiendo y me pregunto entonces qué es la vida, porqué nacemos, a qué venimos a este mundo terrenal porqué si la llegada se viste de belleza que es el nacer, lo demás está tan lleno de vicisitudes, las preguntas se agolpan en mi mente, son muchas pero las respuestas son escasas y poco convincentes, pero eso no era lo más importante, sino descifrar la belleza del nacimiento de ese ser, de esa niña que irrumpe en mi vida, lo único que hago es tomarla como esa mitad que me hacía falta, es decir hacerla parte de mí y gozar de su presencia.
Pero entonces sucede algo inesperado, el aviso de una tercera llegada me sacude desde dentro y me pregunto qué sentiré, será más o menos esa sensación  ya experimentada en dos ocasiones, debo ser honesto  al decir que no le dí demasiada importancia. El momento llegó, como todo buen padre procuró lo necesario, todo confundido, pero yo era el responsable y no era posible transmitirle esa encomienda a otra persona. Al oír ese llanto que había escuchado con tanta emoción en dos ocasiones anteriores el cuerpo me vibraba de emoción que no alcanzaba a comprender qué me pasaba, quería, gritar, llorar y reír pero no podía  hacer ninguno y al ver ese rostro infantil envuelto en un pañal, las imágenes anteriores se hicieron presente en mi mente, esos segundos y minutos de intenso placer se repiten una y otra vez, entonces comprendí que lo que yo sentía cada vez que veía nacer a mis hijos no es otra cosa que, el placer que nos da la belleza del nacimiento el origen de la vida, ese momento que no tiene comparación en otras acciones humanas, es la belleza de la vida misma, es el momento que nos perpetúa, y terminamos en comprender, que las veces que experimentemos un nacimiento, siempre sabremos el significado del principio de la vida, el momento crucial de todo ser, es cuando la vida brota, por él, en él  y para él

jueves, 12 de julio de 2012

La naturaleza de los valores

Los valores son  propiedades complejas que poseen lo objetos, sujetos o acontecimientos, pero éstas tendrán ese valor dependiendo de lo que los individuos o grupos lo consideren así, de modo que los valores están sujetos al tiempo y a las personas, Éstos van cambiando de acuerdo a las circunstancias a través del tiempo, se dice entonces que son relacionales y disposicionales por lo tanto, no hay valores permanentes, o absolutos. Cuando alguien mencione que aquello tiene valor, lo tendrá respecto a él pero no para todos, visto de esta manera, el valor es tan solo la expresión de una preferencia individual o colectiva sobre un objeto, u acontecimiento.

Recuerdos


Sentado solo en el rincón de una sala, pequeña pero confortable, sólo con mis ideas, mis sentimientos, y mis recuerdos. Pero esos recuerdos están presentes en mi mente por esa música que no se olvida, la que nos hace vibrar de emoción cada vez que nuestros oídos tienen el placer de escucharla. Mi mente vuela hacia esa juventud, que gocé, cuando podía hacer de todo y no sentir cansancio, regresar hacia esos momentos inolvidables de amigos que quedan para siempre aunque sea en los recuerdos, recordar aquella joven por quien se soñaba, se reía, y se lloraba, ya sea por su imposibilidad de tener o porque así era mejor tenerla, porque otra ocupaba su lugar, ella era segura, era el amor hecho realidad, la que también quita los sueños, con quien se compartían las tareas escolares o mejor dicho las hacía. Absorto estaba con mis pensamientos, momentos valiosos sin interrupción más que el término e inicio de una serie de canciones de amor llenos de romanticismo seleccionados con el único fin de regresar al pasado.
Oh! Pasado, qué significas para el hombre, que no puede vivir sin tí, que por más que trata de alejarse de tí no puede, que aunque enterrarla quisiera, acabar con ella poder. Pero mientras lo aparta, más la tiene junto, con escuchar una sola nota de aquella canción que marcó para siempre ese instante, mencionar el nombre de aquella persona que significó para tí algo en un momento determinado en tu andar por la vida, con sólo mirar aquel retrato que sólo tú sabes quien es, tocar aquel objeto que te regaló y lo guardaste como el más preciado tesoro; los recuerdos vienen, se apoderan de ti que hasta lágrimas dejas caer por tus mejillas, un nudo en la garganta se forma, la emoción se apodera de ti, los ojos se enrojecen, no lo puedes evitar, te envuelves más hacia ti, en tu interior, te transportas a través del tiempo, ves, miras y recuerdas, las imágenes se vuelcan hacia ti, entra en un momento de obsesión y dices, qué tiempos aquellos, si pudiera vivirla de nuevo. Pero, los recuerdos pertenecen al pasado y esos no tienen camino hacia el presente, no regresan, se depositan en el rincón de lo que ya no es ni podrá ser. Entonces repentinamente, estás en el presente. Nuevamente las imágenes cotidianas se apoderan de tí, los hijos, la esposa, los padres, los amigos, las cosas que te rodean, la música que se escucha en la actualidad, los temas de política, una calle distinta, diferente, inclusive tu rostro se ve cambiado. Es obvio, haz cambiado, las cosas también, pero lo de ahora, después serán también pasado y recuerdos como los que te hicieron venir aquí. Entonces volverás a recordar, y después comenzar, como el inicio de un nuevo día.
Los recuerdos son parte del hombre, desde que es hombre camina junto a él, de él no se separa porque si lo hiciera, entonces de que serviría vivir, si lo que nos impulsa a diario y luchar por el futuro, es precisamente ese pasado que llevamos a cuestas. Amigo, si recuerdas haces bien, así tu presente tiene un significado, y tu futuro promisorio. No le temas a los recuerdos aunque de momento te agobien, pues son sólo eso, recuerdos y no más.

miércoles, 4 de julio de 2012

Acerca de la potencialidad

En "De doctrina de la ciencia" se habla de la potencia, la que se puede entender como la capacidad de hacer, pero también esa misma potencia puede inducir a no hacer; de modo que no hay que confiar en ella por su término simple como creador o no de las cosas, sino también asimilarlo desde su caracter subjetivo que proviene de la interioridad del ser, pues esta misma potencia puede ser externada, suprimida o reprimida y en cualquier momento tiende a apare-cer sin que por ello deje de ser lo que es: potencia.

lunes, 2 de julio de 2012

Cuando se toma una decisión

Fue  una tarde fresca de otoño, cuando repentinamente sonó el teléfono. La secretaria contesta y me dice, señor, tiene una llamada de larga distancia. Al mismo tiempo mi cerebro comenzó a trabajar y pensé, de quien sería tal llamada, si casi nunca recibo mensajes de otra ciudad. Sin embargo me repuse de la leve angustia que invadía mi cuerpo, y contesté. Se me proponía una nueva responsabilidad laboral, que de alguna manera, tiempo atrás buscaba con cierta cautela, quizá porque aún queriéndola, no me decidía de una manera enfática. Grande fue mi sorpresa, cuando con una voz decidida aquella persona, me dijo hemos revisado tu expediente, y tú eres la persona que hemos seleccionado para este puesto. Que jerárquicamente era mayor que el que poseía.
Entonces vino, lo peor, en ese preciso momento debía dar una respuesta a esa propuesta, pero sobre todo, entendí, que a esa confianza que se me brindaba. De manera que me encontré con un dilema. Los breves minutos que estuve en el teléfono se me hicieron una eternidad porque no encontraba respuesta adecuada para dar. Sentía que lo que dijera resultaría poco con lo que debía decir. Pero también fue un momento relampagueante, como una luz que ilumina un sendero desconocido a seguir, quieres caminarlo porque ves claro, pero te detienes porque no sabes qué existe allí.
La vida está llena de sorpresas, de ilusiones cumplidas y no, como también de mentiras, falsedades y de incertidumbres. Pero todas ellas pueden tener un factor de la vida misma que las puede unir. Esto es, una decisión correcta a tomar ante cualquiera de estas cosas que la vida nos ofrece. Una decisión a tiempo puede ser la diferencia entre el triunfador y del frustrado, como también de la tristeza y de la alegría. Quizá del bienestar, de la desdicha, entre otras variantes no solo del estado de ánimo del hombre sino de su propia felicidad o realización plena.
De ahí que, decidir, sea un paso delicado que el hombre debe dar en su vida. Esta no será fácil, mientras más razonado sea, mayor será su impacto generalmente hacia lo positivo, aunque no se descarta un fracaso,  pues nadie sabe con certeza qué le depara el destino, por más reflexionado que esta sea en su desarrollo. Pero si de algo podemos sentirnos orgullosos, es que la decisión que tomemos entendamos que es responsabilidad nuestra asumirla y enfrentar sus consecuencias, ya sean buenas o malas. La práctica, de la toma de una decisión, hace al hombre, más hombre, pues esta requiere, en alguna medida, de un razonamiento, que no es otra cosa, que pensar, y esto es lo que nos hace diferentes de los que no tienen esta capacidad, que el individuo tiene pero que con frecuencia no utiliza por múltiples causas.
Es importante, que previo a una decisión que se tome, exista un momento de reflexión y valoración de las posibles repercusiones, ponerlas  en una balanza mental y que de allí surja esa luz que nos conduzca a una determinación central en nuestra vida pues de él dependerán muchas cosas que ni siquiera tenemos en cuenta que se presentaran.
Celebremos pues, que existan hombres decisivos, decididos y que deciden por su vida, y no permiten que otros decidan por ellos. Una decisión, es ante todo, personal y después colectivo. Si lo primero no está fortalecido, difícilmente lo segundo pueda estarlo y las consecuencias pueden ser desastrosas.
Al tomar la decisión sobre el dilema que se me presentó aquella tarde, tomé la decisión que consideré apropiado en ese momento. No sé aún si será satisfactorio para mí en el futuro, pero lo que sí sé es que fue una determinación tomada por mí, y como tal tendré que asumir esa responsabilidad, no adjudicársela a otros, sino enfrentarla y hacer de ella, el motor que ha de mover mis pasos hacia la realización y cumplimiento de sus efectos. De no ser así, comprendamos, que una decisión no resuelve nuestros problemas. Es apenas el inicio del desarrollo del problema. Pero muy cierto es que, si tenemos un buen principio, lo demás será más ligero.

Cambios en la vida cotidiana de los habitantes de la zona maya de Quintana Roo por la construcción del Tren Maya

  Con el fin de ofrecer una visión sobre los cambios de vida por la presencia del Tren Maya en Quintana Roo, se presenta este análisis en to...